¿Por qué estudiar ciencia?

¿Por qué estudiar ciencia?

19.08.2012 18:50

 


El objetivo de este breve ensayo es reflexionar sobre la relación entre el arte, la ciencia y la tecnología, “Exilio” un cuento de ciencia ficción de Edmond Hamilton y Universum (”la sala del Cerebro”) analizar cómo a través de la historia de la humanidad, éstas actividades se entrelazaron y fueron evolucionando en forma conjunta en una suerte de efecto entre simbiótico y sinérgico.


La ciencia y la tecnología siempre ido de la mano. El desarrollo de una conlleva o potencia el desarrollo de la otra. Es por ello que siempre las hallamos juntas, en una suerte de evolución constante entre sinérgica y simbiótica. El instinto de supervivencia nos ha llevado como animales que somos a obedecer primero nuestra parte instintiva y luego a actuar como seres racionales. La técnica o habilidad adquirida responde a esta parte instintiva. Por ensayo y error vamos desarrollando habilidades y aprendiendo a partir de esa relación causa-efecto. La ciencia es más reflexiva. Cuando ya, a partir de la observación, generamos hipótesis, teorizamos y realizamos comprobaciones, estamos comportándonos científicamente. De la aplicación práctica de estos conocimientos científicos surge la tecnología. Arte, ciencia y tecnología han ido siempre de la mano, de manera que a lo largo de la historia del conocimiento un cuerpo ingente de relaciones fructíferas entre ellas ha sido generado. Las tecnologías y las técnicas nacen de la necesidad de modificar el entorno de las comunidades humanas. Ello tiene lugar con la participación ineludible de la reflexión científica, cuyo fin es la elaboración de teorías lo más ajustado posible a la realidad de la naturaleza y poder predecir así su comportamiento. El arte, que en la Grecia clásica fue considerado como un conjunto de técnicas, responde a necesidades de otra índole, más relacionadas con aquellas inquietudes humanas que se resisten a ser enunciadas de manera unívoca y emplea las técnicas y las tecnologías para llevar a cabo sus producciones. Esa tendencia utilitarista debería ser trascendida tanto por el pensamiento artístico como por el científico.

La ciencia, el arte y la tecnología son productos del hombre, y son manifestaciones dependientes una de la otra, de las necesidades del hombre, el arte expresa y crea, la tecnología resuelve y hace, y la ciencia es la que se encarga de exponer y descubrir. La tecnología es mera subsidiaria de la ciencia, sus realizaciones constituyen la cristalización de un saber aplicado que pretende la resolución de problemas puntuales y concretos y, debe, por tanto, apoyarse en la investigación básica. En suma, se entiende que la tarea de producir conocimientos recae únicamente en la ciencia, mientras que la tecnología se encarga de aplicar los conocimientos producidos por aquella. La ciencia es el conocimiento sistematizado, elaborado mediante observaciones, razonamientos y pruebas metódicamente organizadas. La ciencia se utiliza de diferentes métodos y técnicas para la adquisición y organización de conocimientos sobre la estructura de un conjunto de hechos objetivos y accesibles a varios observadores. La aplicación de esos métodos y conocimientos conduce a la generación de más conocimiento objetivo en forma de predicciones concretas, cuantitativas y comprobables referidas a hechos observables pasados, presentes y futuros. La Tecnología es el conjunto de habilidades que permiten construir objetos y dejar de manera diferente el medio ambiente, incluyendo animales, para satisfacer nuestras necesidades. Se le llama arte a las creaciones mediante las cuales el ser humano expresa una visión sensible en torno al mundo que lo rodea sea este real o imaginario. El arte usualmente expresa ideas o emociones a través de recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.